Dos estudiantes costarriquenses, Krystel Barboza y María Paula Castro, desarrollaron una nueva iniciativa que permite transformar la humedad en energía mecánica. Siendo esta materia prima, un factor ambiental que actualmente abunda en Costa Rica.
La energía mecánica engloba todas aquellas cosas que funcionan por acción de un mecanismo o maquinaria. Ésta misma puede utilizarse para generar otras formas de energías renovables.
El desarrollo de la energía mecánica a través de la humedad, es una apuesta más para que América Latina y el Caribe puedan seguir con el desarrollo de una energía limpia y sostenible para beneficios sociales, económicos y medio ambientales, que aminoren los gases de efecto invernadero.
Krystel Barboza y María Paula Castro, con este proyecto ganaron la primera versión del concurso regional “Ingeniosas” en la categoría de Innovación Tecnológica. Este evento fue organizado por el Instituto Humanista para la Cooperación de los Países en Desarrollo (Hivos) a través de su programa Sociedad Verde y la Oficina global de Género de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Ambas estudiantes compitieron con más de 43 propuestas. Todas estas ideas por mujeres de diversos países de América Latina como; Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Perú.
“Se utilizó una lámina de plástico con higroscopicidad, un material que absorbe la humedad ambiental. Al tener esta fusión, la lámina genera movimiento, produciendo energía mecánica. Asimismo, se usó un sensor piezoeléctrico, con capacidad de transformar la energía mecánica en energía eléctrica”, acotó Krystel Barboza
Según María Paula Castro, esta lámina puede colocarse bajo aparatos electrónicos, generando energía de 3,02 amperios, similares a las baterías doble A. Esta carga eléctrica, es apta para abastecer controles remotos, juguetes, lámparas, entre otros.
En el momento que se lance al mercado, las láminas se podrán conservar cerca de cuerpos de agua o fumarolas volcánicas donde haya bastante vapor de agua, capaz de fomentar la contracción de la lámina y generar electricidad.
El Instituto Humanista para la Cooperación de los Países en Desarrollo premió a estas dos costarricenses en el mes de julio con €6.000. La idea es que ambas continúen con esta iniciativa en los próximos 3 meses, en los cuales deberán perfeccionar el producto, para que sea más apto y seguro para los usuarios.
Adicionalmente, la Unión Cívica Radical (UCR) apoyará a las estudiantes con el acceso al laboratorio de la Escuela de Química, donde llevarán a cabo la síntesis de las láminas higroscópicas.