Con el propósito de tener un mayor control y prevención de enfermedades, especialistas de la Universidad de Tufts, EEUU, desarrollaron un dispositivo que se instala en un diente y puede informar la cantidad de glucosa, sal o el nivel de alcohol que consume un paciente.
Según, Fiorenzo Omenetto, uno de los profesores de la universidad y autor del proyecto, con esta iniciativa los especialistas de la salud bucal podrán estudiar la evolución de sus pacientes desde cerca.
“Se trata de un pequeño sensor de 2 milímetros por 2 milímetros que se puede adherir a la superficie de cualquier diente y desde allí se comunica vía WiFi con un celular, transmitiendo en tiempo real las sustancias que detecta”, detalló el profesor.
Ahora bien, este dispositivo ya había sido desarrollado en Estados Unidos y otros países, pero esta creación es una versión mejorada. Antes estos sensores resultaban demasiado grandes o defectuosas, y se tenían que reemplazar constantemente, situación que era molesta para los usuarios que utilizaban el producto.
Este implante está compuesto por tres capas: una central, ‘bioreactiva’, que absorbe los nutrientes o químicos que haya en la boca y dos capas externas formadas por dos cuadrados de oro. Las tres capas funcionan juntas recogiendo y transmitiendo ondas en el espectro electromagnético.
Para concluir, Omenetto describe que este dispositivo es de gran importancia por varios aspectos: “Estudiar y monitorear la cavidad oral puede servir para detectar tempranamente problemas de la salud dental y hasta estados psicológicos como el cansancio y el estrés a través del muestreo de la saliva”.