En el mundo se producen anualmente varios millones de toneladas de plásticos, que al convertirse en desechos su degradación puede durar alrededor de más de 500 años.
Sin embargo, este proceso de degradación no desaparece totalmente debido a que las partículas del plástico se convierten en micro-granos que aunque no se ven se acumulan en los mares, afectando fuertemente a las especies marinas.
En este año por ejemplo, más de 9 millones de toneladas de plástico serán lanzadas al mar. En una investigación publicada en la Revista Science, varios científicos de siete instituciones calculan que para el año 2025 se arrojarán alrededor de más 16 millones de toneladas de plástico, una situación que está requiriendo de atención por los grandes efectos contaminantes.
Pese a lo anterior, un grupo de investigadores de la Universidad de Chile investigan una forma de producir plástico biodegradable. La idea es utilizar un polímero fácil de degradar y biorreabsorbible, que vayan desde las telas hasta el embalaje, usando bacterias genéticamente modificadas.
“Para iniciar con este proceso se alimentará a una bacteria con glucosa para que generen una sustancia llamada lactato. Este compuesto será consumido por una segunda bacteria, quien será la que lo transformará en ácido poliláctico o PLA”, acotó Severine Cazaux, una de las investigadoras de este grupo.
Este equipo de trabajo ha logrado eficientemente un circuito genético virtuoso y estable, que no requiere que se destruya las bacterias que se producen en el interior del PLA, como lo hacen las demás empresas que buscan este mismo objetivo.
Este diseño implica menos energía en el proceso, ya que la producción de PLA ocurre en el líquido en el que habitan las bacterias, evitando destruirlas. Esto mismo hace que la purificación del PLA sea también menos costosa, dado que se produce en forma soluble en el líquido o cultivo donde están las bacterias.
Según Gustavo Calvo, Ingeniero en Biotecnología Molecular y también miembro de IGEM OpenBio UChile, se requiere en urgentemente una forma de producción de PLA que sea rápida, estable, segura y poco costosa. Es un plástico que tarda de uno a dos años en biodegradarse una vez desechado.
Ahora bien, este proyecto fue expuesto en junio en el Primer Simposio de Innovación en Ciencia y Tecnología “Aplica tu Idea”, organizado por STGOLabSpace y Fundación Copec-UC, donde estos emprendedores resultaron ganadores del 2° lugar. Asimismo, ha sido respaldado por varios centros y Universidad de Chile, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), el Ministerio del Medio Ambiente y la empresa Sigma-Aldrich.