América Latina y el Caribe cada vez más se están volviendo más verdes y sostenibles. Según un informe divulgado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estas regiones han sido clasificadas como “la nueva frontera para el desarrollo de una energía limpia”.
Lo anterior, hace alusión a una energía renovable que pueda obtenerse de fuentes naturales. Este tipo de energía no son contaminantes, ni causa efecto alguno en la biodiversidad, algunos ejemplos son la eólica, solar y geotérmica.
“América Latina y el Caribe cuentan con enormes recursos renovables aún por explotar. Se espera que para el 2050, por lo menos el 80% de la electricidad en el mundo sea limpia y sostenible, todo para mitigar los efectos del calentamiento global y reducir los riesgos de salud ” afirmó el asesor de la Iniciativa Global de Clima y Energía de WWF, Tabaré Arroyo Currás.
Actualmente seis países de ambas regiones han sido nombrados en los 12 primeros puestos de 55 naciones emergentes más llamativas para invertir en energías renovables.
“Es clave avanzar hacia una economía latinoamericana que aproveche al máximo su potencial de energías limpias. Para ello, es fundamentalmente trabajar en conjunto para hacer una complementación internacional de fuentes renovables”. aseguró el ex director nacional de Energía de Uruguay, Ramón Méndez.
Existen diversos desafíos para aumentar y fortalecer el uso de energías limpias en América Latina y el Caribe. Entre esos mecanismos, se están aplicando:
- Incentivos fiscales
- Tarifas preferenciales
- Mecanismos de comercialización
- Marcos regulatorios e impuestos al carbón
Costa Rica por ejemplo, es uno de los países con mayor uso de energías limpias, en el 2006 y 2013 asumió más de US$1.700 millones para financiar proyectos de energías renovables. Asimismo, Uruguay invirtió en el 2012 el 55,7% de su PBI en este tipo de energías. Brasil, por su parte, es el tercer país latinoamericano en implementar electricidad no convencional como la eólica, la biomasa a través de minihidroeléctricas.
Mientras que países como Chile, México, Perú, Nicaragua y Colombia a penas le están apostando a energías limpias, con la idea de ser energéticamente sostenibles.
Ahora bien, el propósito de este cambio energético es dar a América Latina beneficios sociales, económicos y medio ambientales, que permitirán aminorar los gases de efecto invernadero y otros agentes químicos que están deteriorando el ecosistema. Actualmente en el mundo actúan miles de comités conservacionistas y entidades públicas y privadas, que le apuestan a la energía limpia y sostenible.
Información tomada del medio de comunicación virtual: Sci Dev Net.