Ecomuros, iniciativa mexicana que pretende ser resistente a los sismos

Posted on 23 Nov 2015 by Katherin Ruíz

México produce al año más de nueve millones de botellas de plástico y ocupa el segundo lugar mundial en la generación de desechos de PET, así lo refirió la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Lo anterior significa que un mexicano en un día puede depositar a la basura un promedio de cinco botellas no reciclables.

Ahora bien, para la fabricación de las botellas de plástico, las empresas consumen el cuatro por ciento del petróleo bruto, energía y químicos muy contaminantes como el cloro y el plomo. Asimismo, el unicel es un producto que requiere de muchos componentes y presenta muchas dificultades para su reciclaje, donde el país cuenta con más de 30 mil toneladas de este material en los tiraderos y rellenos sanitarios.

Como una opción para solventar esta problemática, dos jóvenes egresados del Centro Universitario México (CUM) Joana Grisell Gómez y Víctor Hugo Amaya, se pusieron en la tarea de convertir botellas usadas de PET y el unicel en muros ecológicos para emplearlos como materia prima para la edificación de viviendas económicas y amigables con el medio ambiente.

Ambos planearon fabricar ladrillos con estos materiales, pero al identificar que no había forma de pegar un bloque con otro, llevaron a cabo la fabricación de un muro completo, el cual lo denominaron Ecomuros.

Con el apoyo y coordinación del profesor Julián Náder, estos jóvenes elaboraron una sustancia a base de acetona, alumbre y fibra de coco, con el fin de fundir el unicel y crear un pegamento para unir en forma de bloque las botellas de PET. “La forma recogida por estos materiales fue bastante resistente, comprimida y ligera, la cual fue cortado en un tamaño estandarizado y rellenado con las envolturas de plástico-metalizadas”, afirmó Grisell Gómez.

Para mirar la eficiencia de este proceso innovador, el grupo procedió a la fase de pruebas, donde lanzaron un ecobloque desde el tercer piso de la escuela, que equivale a unos 10 metros de altura. Allí observaron que rebotó y no se desbarató. “Este material elaborado es resistente a los sismos. Asimismo, es impermeable e impide la formación de hongos y salitre en zonas húmedas” agregó.

Con el fin de cumplir con un producto completo y de alto valor agregado, Joana y Víctor diseñaron unos moldes para elaborar los muros con medidas adecuadas, los cuales requirieron de unas vigas y castillos de construcción para ensamblarlos y mantenerlos firmes.

“Esta propuesta completa es ideal para disminuir hasta en un 65% los costos de las casas de interés social, que actualmente pueden costar unos 365 mil pesos” argumentó Joana. De esta forma, Julián Náder expresó que para fabricar una vivienda sustentable, se necesitan alrededor de cuatro mil botellas de plástico, puesto que la construcción requiere de 20 muros ecológicos con 200 envases de PET en cada uno.

Con Ecomuros, los dos jóvenes y el profesor viajaron a Mombasa, Kenia, donde obtuvieron el primer lugar en la categoría de Diseño Ambiental en el Golden Climate 2015. En el momento este equipo creador trabaja en los documentos para patentar su invención ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con el fin de evitar la imitación de su producto.