Yenifer Muñoz Méndez, ingeniera química de la Universidad de Antioquia, Medellín, ha desarrollado una formulación de jabones a base de aceite residual de cocina, con el propósito de reutilizar un desecho de hogares e industrias alimenticias.
El producto es fabricado bajo un proceso de saponificación en frío, sin retirar el subproducto de la glicerina y con aditivos naturales de bajo impacto ambiental, con el ánimo de mantener la idea de conciencia ambiental, asimismo, en la elaboración del jabón no se labora con químicos provenientes del petróleo.
Yenifer manifestó que “el objetivo principal del producto es generar conciencia ambiental acerca del aprovechamiento de residuos y la correcta disposición de ello, por ejemplo, el aceite residual de cocina es altamente contaminante, ya que sea en el agua o en el suelo genera capas impermeables que impiden que se desarrolla la vida natural en los ecosistemas acuáticos o terrestres, un litro de aceite de cocina que se deposita en por el grifo, contamina 1 millón de litros de agua, además de generar atascamiento del sistema de drenaje de las viviendas”.
La producción de jabón a partir de aceite residual se inició con el propósito del uso en el hogar, las primeras veces que se realizó el producto no se llegó a un jabón óptimo para comercializar; se dificultaba la eliminación del aroma del aceite, además del poco conocimiento de los colorantes en el producto, por esto, las tres primeras veces que se realizó quedó mal.
Luego de tres meses más de investigación se encontró el aditivo para eliminar del mal olor del aceite, el cual impulsó significativamente la comercialización, esta se dio por voz a voz.
A la fecha, cuentan con una producción mensual de 250 unidades, lo que equivale a 50 litros de aceite residual de cocina.
Deisy Álvarez, consumidora del producto, manifestó que “me gusta muchísimo el producto porque cumple su propuesta de valor; desmanchar y dejar las camisas blancas, además, como valor agregado es un producto eco-amigable, ya que, utiliza el aceite residual como materia prima, con lo cual, estamos aportando a la mejora del medio ambiente, debido a que, evitamos contaminar las aguas con el aceite que tiramos por el sifón, por esto, me parece importante apoyar estas alternativas”.
Para finales del 2014 se tenía el proceso estandarizado, además de que la comercialización fue creciendo poco a poco, con algunos limitantes en la recolección de la materia prima, ya que pocas personas tienen la conciencia ambiental para hacer una disposición segura y ambientalmente amigable del aceite de cocina.
Mónica Jaramillo Montoya, consumidora del producto, señaló que “uso el producto hace unos 5 meses, lo considero como un jabón poderoso, ya que me sirve para desmanchar la ropa y para usarlo en la cocina”.
El proyecto tiene una trayectoria de 4 años, en los cuales, le han apostado al cuidado del medio ambiente. La iniciativa ha impactado corporaciones ambientales, restaurantes y personas que tienen un consumo responsable.
“Los beneficiados del proyecto son las personas que depositaron la confianza en nuestros procesos para el reciclaje del aceite de cocina en sus negocios, los clientes fijos que confían en un producto con características naturales y adicionalmente, el poder de limpieza de éstos. Además, de generar un beneficio económico para el hogar”. Concluyó Yenifer Muñoz.