El gobierno argentino implementará microchips a las vacas, como una forma de impulsar la exportación de carne vacuna y cumplir con los más altos requisitos de importación, especialmente de Estados Unidos y algunos países de Asia
Según Jorge Dillon, presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), esta tecnología permite mejorar el rastreo de suministros y así ofrecer información al cliente sobre el estado actual de su compra.
Las etiquetas de colores que han sido utilizados por los agricultores para rastrear manualmente el ganado, serán remplazadas por los microchips y el seguimiento digital, los cuales eliminarán los errores que surgen al monitorear el movimiento de los animales con papeles.
Los agricultores podrán utilizar estos microchips en las vacas de forma voluntaria. Se estima que su costo es elevado y más aún para los comerciantes que cuentan con menos de 100 vacas.
Ahora bien, varios funcionarios argentinos han adelantado negociaciones con sus contrapartes en Estados Unidos para reactivar las exportaciones, las cuales, años atrás, fueron interrumpidas por la fiebre aftosa. Esta es una enfermedad infecciosa de origen vírico, que afecta al ganado y se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas cutáneas en la boca y entre las pezuñas.
“Los avances en esas negociaciones podrían acelerar el acceso a otros países, especialmente asiáticos, como Japón y Corea del Sur. Estados Unidos nos pondría en la vidriera para otros mercados muy exigentes”, expresó Dillon.
Para ello, varios inspectores estadounidenses visitaron los mataderos argentinos en diciembre del 2016, pero no se obtuvo ningún acuerdo con respecto a nuevas negociaciones.
Los funcionarios estadounidenses habían solicitado información adicional sobre los controles sanitarios de las vacas argentinas, pero sólo hasta el mes de agosto, se dio respuesta. “Si los inspectores están contentos con las aclaraciones y las nuevas medidas, la aprobación podría ser inminente y exitosas”, Concluyó el presidente de Senasa.